9.2.11

El artículo titulado “Negación del VIH-SIDA en la era de internet” http://lacienciaysusdemonios.com/2010/06/22/la-negacion-del-vihsida-en-la-era-de-internet/ escrito por la Dra.Tara C. Smith (1976), profesora de Epidemiología del College of Public Health de la University of Iowa, y por el profesor Steven P. Novella, del Department of Neurology de la Yale University School of Medicine, es una artículo que tiene más de dos años ya, (todavía vivía Christine Maggiore). Sería preciso todo un libro para responder a todos y cada uno de los tópicos y falacias contenidos en este artículo, (en realidad no deja de ser un resumen de todas las mentiras y tergiversaciones que llevamos oyendo sobre el tema desde hace más de 20 años), de todos modos comentaré algunos párrafos del artículo.
Puede parecer sorprendente que 23 años después de la identificación del «Virus de la Inmunodeficiencia Humana» (VIH), todavía existan grupos que nieguen que el virus sea la causa del «Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida» (SIDA)…
Se pretende presentar a las personas que discrepan del actual modelo del sida infeccioso como personas irracionales, anacrónicas, (la misma expresión “negacionistas”, una clara alusión a aquellas personas que niegan la teoría de la evolución o el mismo Holocausto judío, lo dice todo). Los llamados disidentes del sida, sin embargo, no negamos nada, somos personas que primero que todo nos creímos de buena fe todo lo que se nos decía del virus y del sida, por eso nos extrañó mucho en su día escuchar opiniones científicas que discrepaban de lo que se nos decía, de ahí que nos dedicáramos durante años a una labor seria de documentación y lectura, contrastando las versiones de unos y de otros, para llegar al final a esta postura. Una postura que no consiste en negar nada, consiste simplemente en una actitud de duda y escepticismo con respecto al vih-sida, una actitud de no creer mientras no se nos ofrezcan pruebas, que no es lo mismo que negar algo así por las buenas. Y es que cuando alguien cree haber descubierto una nueva causa para una enfermedad, por ejemplo, un virus nuevo, está obligado a demostrarlo, (si quiere que los demás creamos en él), y eso no se ha llevado a cabo con el virus vih, por mucho que lo repitan autoridades (políticos al fin y al cabo) y científicos que sólo defienden su estatus y sus intereses.
Esta negación se puso de relieve a nivel internacional cuando en el año 2000 el presidente sudafricano Thabo Mbeki convocó a un grupo de expertos para examinar la causa del SIDA, afirmando no estar convencido de que el VIH era el causante [1]. Sus ideas fueron derivadas al menos parcialmente del material que encontró en Internet [2]. Aunque a finales de año Mbeki adoptó una marcha atrás en el debate [3], posteriormente propuso un re-análisis del gasto sanitario haciendo un menor hincapié en el VIH/SIDA [4].
Thabo Mbeki no se pronunció ni en un sentido ni en otro, simplemente convocó un debate entre las figuras más destacadas de la disidencia y de los defensores del vih, debate que estos últimos boicotearon descaradamente, con lo que demostraron que no saben defenderse con argumentos en debates libres y abiertos, (por eso deben recurrir a la censura), eso sí, sacaron un documento suscrito por varios miles de firmas de investigadores y que publicaron en todos los medios, donde defendían a ultranza la visión del virus.
La negación del VIH se ha arraigado en la población general y ha mostrado su potencial para frustrar los esfuerzos de educación sanitaria y para afectar negativamente a la financiación pública de la investigación del SIDA y a los programas de prevención. Por ejemplo, la AIDS Coalition to Unleash Power (ACT UP) fue durante muchos años el frente de educación y activismo sobre el SIDA. Pero ahora, la rama de San Francisco del grupo se ha unido al movimiento disidente, afirmando en su página web que “el VIH no causa el SIDA… las pruebas de anticuerpos VIH son deficientes y peligrosas… los medicamentos contra el SIDA son un veneno” (http://www.actupsf.com/aids/index.htm). En el año 2000 el mismo grupo escribió cartas a cada miembro del Congreso pidiendo que dejaran de financiar la investigación sobre el VIH [5]. La posición de la rama del ACT UP de San Francisco ha sido condenada por otras ramas del movimiento ACT UP, como la rama de Filadelfia y la del Este de la Bahía (http://www.actupny.org/indexfolder/actupgg.html).
Gracias, este párrafo es un reconocimiento en toda regla hacia la fuerza y extensión que empieza a tomar a nivel mundial el movimiento disidente, en concordancia con aquella regla que dice que “no se puede engañar a todo el mundo durante todo el tiempo”.
Como estos desafíos a las teorías dominantes han ocurrido mayoritariamente fuera de la literatura científica, muchos médicos e investigadores han tenido el lujo de ignorarlos como creencias marginales y por lo tanto, inconsecuentes. De hecho, Internet ha servido como un medio fértil, carente de referencias y de revisores, para difundir estas creencias negacionistas. El «Group for the Scientific Reappraisal of the HIV/AIDS Hypothesis (“Reappraising AIDS”)» [Grupo para el Replanteamiento Científico de la Hipótesis VIH/SIDA ("Revalorizar el SIDA")] señaló: “Gracias a la ascendencia de Internet ahora somos capaces de dar un nuevo impulso a nuestra campaña de información” [7]. Internet es una efectiva herramienta para seleccionar a los jóvenes, y para la difusión de desinformación en un grupo de alto riesgo de infección por el VIH.
Este párrafo hace alusión a algo que es una constante en la llamada “Ciencia del Sida”, la censura y exclusión de las argumentaciones disidentes de las principales publicaciones científicas, (nada extraño si tenemos en cuenta quién subvenciona la mayoría de ellas), eso ha motivado en efecto que la difusión de estos puntos de vistas se realice fuera de la literatura científica y sobre todo a través de internet, no en vano este es, hoy por hoy, uno de los medios donde todavía queda una cierta libertad de expresión. De todos modos conviene recordar que la proclamación del virus vih como causa del sida se llevó a cabo sin publicaciones previas en los medios científicos, (es decir, de espaldas a la ciencia, por así decirlo).
Dos excelentes hojas de datos online han sido preparadas para hacer frente a muchos de los argumentos más utilizados para negar la causalidad del VIH sobre el SIDA [aquí y acá] y por ello no vamos a discutir esto en el presente artículo. En su lugar, vamos a revisar las actuales estrategias intelectuales usadas por el movimiento de negadores del VIH. Aunque otras formas de negación de la ciencia no se discuten específicamente, las características descritas a continuación se aplican a muchas otras formas de negación popular, incluyendo la negación de la evolución, la enfermedad mental, y el Holocausto.
Los autores no quieren discutir en el artículo los argumentos más utilizados por los disidentes para negar la causalidad del vih en el sida, remitiéndonos a dos “excelentes hojas de datos online”. Huir en la práctica del debate libre y abierto es lo que llevan haciendo desde hace 20 años. Si son mayoría, si están tan seguros de lo que dicen, ¿Por qué huyen del debate como de la peste? ¿Por qué cuando Duesberg hizo su primer alegato público en el 87 contra la hipótesis vih-sida nadie contestó con argumentos científicos? ¿Por qué se limitaron a decir que estaba loco, que era un inconsciente pero nadie aportó un solo dato que lo rebatiera? ¿Por qué la práctica totalidad de las principales publicaciones científicas se negaron a publicar, en el 91-92, el manifiesto que planteaba la necesidad de un debate sobre el vih-sida, a pesar de ir avalado por las firmas de cuarentaytántos prestigiosos científicos? El único debate habido hasta la fecha entre científicos disidentes y partidarios del modelo vih-sida del que tengo noticia fue el llevado a cabo en el año 94 por rama del Pacífico de la Asociación Americana para los Avances de la Ciencia, (AAAS), en San Francisco, donde participaron diez ponentes por cada una de las dos posturas. El ridículo que hicieron los defensores del vih fue tal, que algunos pensamos que fue a partir de ahí que decidieron que no habría más debates con los científicos disidentes, pues saben que los pierden, así que es posible que nunca veamos un debate científico sobre este tema, a menos que la sociedad, (que permanece de momento en el limbo con respecto al tema), les obligue. En mucho más fácil, sobre todo cuando pueden disponer a su antojo de los medios de comunicación, denigrar al oponente con todo tipo de descalificaciones, es lo que se llama “linchamiento mediático”, (la flamante Premio Nobel Barré Sinoussi, colaboradora del sinvergüenza de Montagnier, llamaba hace poco en los medios “criminales” a los disidentes), sin excluir propuestas, como la difundida hace años, para que se promulgaran leyes que castiguen con penas de cárcel el libre ejercicio de expresión de los científicos disidentes. Se pretende que las personas no dudemos, que aceptemos el dogma establecido por la Iglesia del Sida, muchos nos preguntamos qué diferencia existe en este sentido entre el nazismo y la postura que mantiene el sector oficialista del sida, (“El mayor veneno es la duda, decía Hitler a sus oficiales en 1942”, con respecto a la que según otros –nos referimos a la duda- es la madre de la ciencia). ¿Qué se pretende entonces de nosotros? ¿Que no dudemos, incluso si hay motivos más que sobrados para hacerlo? ¿Que sigamos el dogma con los ojos cerrados? ¿Que vayamos todos como borregos al matadero? ¡Pues sí que van apañados!
Uno de los grupos negadores del VIH más importante en la actualidad es el «Christine Maggiore’s “Alive and Well”» (antes “HEAL,” Health Education AIDS Liaison) (http://www.aliveandwell.org/). La historia de la vida de Maggiore es el eje de este grupo. Diagnosticada con el VIH en 1992, Maggiore afirma estar libre de síntomas desde los últimos 14 años sin el uso de antirretrovirales, incluyendo inhibidores de la proteasa [10]. Ella ha adquirido importancia y se ha visto envuelta por la controversia en los últimos años, tras dar a luz y la lactancia materna a sus dos hijos, Charles y Eliza Jane. Nunca realizó la prueba del VIH a sus hijos ni tomó la medicación antirretroviral durante el embarazo o después de la lactancia materna [11]. Eliza Jane murió en septiembre de 2005 por una neumonía relacionada con el VIH [12], aunque Maggiore sigue sin estar convencida de que el VIH jugara algún papel en la muerte de su hija [13] y continúa predicando su mensaje a otras madres seropositivas.
Faltan a la verdad los autores de este artículo cuando ocultan el hecho de que la hija de Christine falleció, según la autopsia, (ver post publicado por Manu en nuestra web “sobre la muerte de Christine Maggiore, una lección de sentido común”), por una reacción alérgica a la amoxicilina cuando estaba siendo tratada de una neumonía normal y corriente, no una “neumonía relacionada con el vih”, como señala tendenciosamente el artículo.
Celia Farber es un periodista que ha pasado gran parte de su carrera cubriendo el VIH. Farber es el autor de un reciente artículo de Harper’s en el que repite las afirmaciones de Duesberg de que el VIH no causa el SIDA [15], y recientemente ha escrito un libro sobre “la oscura historia de la ciencia del SIDA” [16].
Celia Farber, una excelente profesional del periodismo, ha realizado por su parte una excelente labor de investigación sobre aspectos que Duesberg no toca pero coincidentes con sus tesis, como la aprobación fraudulenta del AZT por parte de la FDA norteamericana o la aprobación fraudulenta de la nevirapina para consumo en embarazadas, mediante el uso de ensayos clínicos manipulados realizados en mujeres embarazadas ugandesas, que ocultaron las muertes y los gravísimos efectos secundarios del fármaco, hecho denunciado incluso por funcionarios encargados de velar por la limpieza de los ensayos clínicos, todo ello con el beneplácito de importantes instituciones sanitarias americanas, (su trabajo “Fuera de control, sobre la corrupción en la ciencia médica”, no tiene desperdicio).
Hay graves contradicciones dentro del movimiento de negadores del VIH, y las personas citadas anteriormente son sólo la punta del iceberg. Grupos negacionistas del VIH difieren incluso en el principio más básico: ¿el VIH no existe en absoluto? No obstante, los desacuerdos dentro del movimiento se pasan por alto por el bien de presentar un frente unificado.
Visto superficialmente pudiera parecer a algunos que existen discrepancias importantes dentro de la disidencia, como la del punto de la existencia del virus vih, pero poco debe importarnos que no haya acuerdo en qué no produce el sida, siempre que se esté de acuerdo en qué es lo que lo produce y las soluciones a adoptar, donde el acuerdo entre Duesberg, (el vih existe pero no causa el sida), y el grupo de Perth, (el vih ni siquiera existe), es plenamente coincidente.
Los negacionistas argumentan que dado que los científicos reciben dinero de subvenciones, de su fama y del prestigio resultante de sus investigaciones, es de su interés mantener su status quo [15]. Por ello este tipo de pensamiento es conveniente para los negacionistas ya que les permite elegir a qué autoridades creer y cuáles descartar, como parte de una gran conspiración. Además de su selectividad, su lógica interna también es inconsistente. Por ejemplo, ellos rechazan los estudios que apoyan la hipótesis del VIH tachándolos de parciales por ser financiados por “farmacéuticas”, mientras que aceptan sin crítica alguna el testimonio de quienes niegan el VIH aunque estos tengan una importante participación financiera en sus modalidades de tratamiento alternativo.
Al contrario que los principales artífices del vih, (Gallo, Montagnier, Ho, ..), quienes viven del vih, los principales defensores de las tesis disidentes han perdido subvenciones y trabajos, esa es la realidad, y eso no lo va a desmentir el hecho de que existan personas dentro de la disidencia que tengan relación con terapias alternativas, sin contar el hecho de los miles de testimonios de personas etiquetadas como vih+ que nos mantenemos sanas sin medicaciones tóxicas y que no tenemos otro interés en esto que nuestra salud.
Dr Manuel Garrido Sotelo
http://superandoelsida.ning.com/forum/topics/sobre-los-disidentes-del

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