23.8.12

El Sida: un negocio redondo para las multinacionales farmaceúticas.


El Dr. Kary Mullis, que recibió el Premio Nobel de química en 1993 por inventar una técnica de biología molecular denominada PCR (Reacción de Polimerasa en Cadena), que más tarde sería utilizada para "detectar" el supuesto virus del SIDA, declaró que esta técnica no sirve para contar virus del VIH y que hubiera renunciado al Prem
io Nobel si hubiera sabido para qué se iba a utilizar su descubrimiento. Incluso ha afirmado que el virus VIH no tiene nada que ver con el SIDA. Mullis es uno de los muchos científicos disidentes de la hipótesis de que el SIDA sea causado por un virus, hipótesis que es la más difundida, gracias al aporte financiero de los grandes laboratorios involucrados en la industria del SIDA, como Roche y Abbott.

Se insiste en los medios de comunicación y ONGs que reciben aportes de los fondos del SIDA, que las triterapias “levantan a los pacientes de sus lechos de muerte”. Esto es mentira. De hecho, la mayoría de los positivos que siguen vivos es porque nunca se han medicado con AZT, Viracept u otras drogas, sino que llevan vidas sanas y fortifican el sistema inmune con vitaminas. Sin embargo, los medios silencian los efectos secundarios de las tóxicas terapias y sus devastadores consecuencias en los pacientes.

-El AZT (Retrovir): El AZT no fue creado para el tratamiento del SIDA y no es un antiviral. El AZT es un compuesto químico que se invento en 1964 como quimioterapia para combatir el cáncer, pero se dejó de lado porque incluso en dosis bajísimas resultaba muy tóxico. El AZT fue diseñado para prevenir la formación de nuevas células cancerígenas al bloquear el desarrollo de las cadenas de ADN. En 1964, los experimentos con AZT en los ratones con cáncer mostraron que el AZT era tan eficaz para destruir células saludables en desarrollo, que los ratones murieron de toxicidad extrema. Como resultado se cerró el asunto y no se suministró en ninguna persona. Veinte años después, la Compañía farmacéutica Burroughs Wellcome (ahora Glaxo-Smith Wellcome) empezó una campaña para sacar al mercado el AZT como un medicamento para el SIDA, basándose en la idea de que el AZT bloquearía la formación de las cadenas de ADN del VIH. Glaxo-Wellcome consiguió la aprobación de la patente para el AZT como un tratamiento contra el SIDA, después de un estudio muy deficiente de sólo cuatro meses de duración. Muchos científicos defienden a brazo partido el uso del AZT porque produce un breve aumento de las células T, pero esto se nota sólo al inicio del uso del fármaco. Esto se debe a la respuesta del sistema hematológico que, en vista de la destrucción de la medula ósea, intenta corregir esa reducción drástica con una sobreproducción de células T. Por eso se registran a menudo más nuevas células T que el número encontrado en la sangre de un paciente antes de iniciar tratamiento. Pero como la fuente de estas nuevas células T disminuye, causa finalmente la total destrucción del sistema inmunitario. La tolerancia individual y la absorción del AZT determinan el índice de supervivencia a este compuesto tóxico. La muerte por intoxicación con AZT se interpreta siempre como muerte por SIDA.

-Los inhibidores de proteasas (Norvir, Kaletra, Viracept, Invitase y otros): supuestamente son específicos sobre la proteasa del VIH, pero también actúan sobre todas las otras proteasas del cuerpo, ya que nadie ha publicado jamás datos de una proteasa de VIH resistente que se haya encontrado en algún paciente. Las únicas proteasas de VIH resistentes a inhibidores que se han examinado han sido producidas en laboratorio mediante ingeniería genética. Son igualmente peligrosos y producen depósitos extraños de grasa en cuello, hombros y abdomen, niveles muy altos de colesterol, ataques cardíacos, fallo visceral y extraordinaria emaciación de las extremidades. La muerte por intoxicación por inhibidores de proteasas se rotula siempre como muerte por SIDA.

-Inhibidores de fusión (Fuzeon): es la última “joyita” del mercado de los fármacos del SIDA, a un impresentable precio de 1.500.000 de pesos chilenos la dosis inyectable para un mes. No se sabe si sirve de mucho, ya que no se puede abandonar el consumo de otros antivirales, y sólo se administra como último recurso a pacientes altamente intoxicados con otras terapias, o sea, la muerte por intoxicación con Fuzeon se rotulará siempre como muerte por SIDA de todas maneras. Es inyectable…pero con una jeringa de gas comprimido que solamente vende Roche. Además hay que pagar las clases para aprender a usarlo.

Recordemos que la industria del SIDA (exámenes de detección, fármacos, aportes etc) es la que mueve más dinero en el mundo, después de las armas de guerra y el narcotráfico. Y que uno de los principales inversores en la industria farmaceútica es el siniestro Donald Rumsfeld, ex-ministro de defensa de la administración Bush y uno de los ideólogos del Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, es decir, de la guerra preventiva, que ha causado millones de muertos en todo el mundo desde la invasión de Afganistán en el 2001, pero millones de dolares de beneficios, para la industria armamentística.

Para colmo, en Africa, las condiciones para detectar SIDA avaladas por la OMS (debido a la pobreza y la ausencia de dinero para exámenes de “carga viral”) son:
*Si tienes diarrea, adelgazamiento y tos, se te clasifica como enfermo de SIDA.
*Si tienes diarrea, fiebre y tos, también tienes SIDA.
Como chiste surrealista, en África se han dado casos de muertos atropellados por automóviles incluidos en las estadísticas de SIDA. El diagnóstico fue "demencia asociada al VIH", según casos documentados por el Dr. Harvey Bialy.

El “examen marco”: El test de Elisa, el más barato e inespecífico, es el más utilizado en el tercer mundo. Siempre testea positivo. En un estudio se determinó que podría llegar a dar hasta un 84% de falsos positivos (Duesberg, Revista de Medicinas Complementarias, nº 35). Resaltamos que este estudio fue publicado en la más prestigiosa revista de medicina: New England Journal of Medicine. En los países desarrollados está en retirada o se utiliza bajo la excusa del “test marco”. En países pobres, tristemente, se utiliza como prueba definitiva.

Todo esto hace que millones de personas en todo el mundo, se vean abocadas a los letales retrovirales, en aras de los beneficios empresariales de las multinacionales farmaceúticas. ¡Esto es el capitalismo! ¡un sistema dirigido por psicópatas!

Cada vez son más los científicos y científicas disidentes de la "versión oficial", los cuales tienen a su favor el hecho de que llevan años jugándose su prestigio profesional y personal, enfrentándose con quienes se están enriqueciendo, día a día, desde hace dos décadas con el SIDA y se niegan a salvar las vidas de los presuntos infectados, con sus productos, si no es a cambio de dinero.

http://lacomunidad.elpais.com/desmontando-mentiras/2008/11/11/el-sida-negocio-redondo-las-multinacionales

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