6.8.12

Dr. STEFAN LANKA – EL ANTECEDENTE JUDICIAL QUE DEMUESTRA QUE EL VIH NO EXISTE


Stefan Lanka, nacido en Alemania, virólogo, biólogo molecular, Dr. en Biología, genetista, Dr. en Ciencias Naturales, aisló y caracterizó el primer virus, de un alga acuariosa marina en el año 1978: El Ectocarpus Siliculosus Virus, ESV. La revista Virology documentó mediante artículos sucesivos este trabajo mediante el
cual, el Doctor Stefan Lanka procedió a aislar y caracterizar el virus ESV. El aislamiento y caracterización de este virus brindó a Stefan Lanka reconocimiento y prestigio mundial y permitió la apertura de campos de investigación ineditos en la historia cientifica.

El tribunal de Gottingen, Alemania, enjuiciaba al médico alemán Gunther Ekkart por considerarlo responsable de no haber controlado si las reservas de sangre de la empresa Haemoplas estaban “contaminadas” con el pretendido “Virus VIH”. Al médico alemán se lo acusaba de 14 asesinatos y 5800 intentos de asesinato.

En el año 1997 Stefan Lanka se presentó sorpresiva y voluntariamente ante el tribunal y testificó bajo juramento que el “Virus VIH” jamás ha sido aislado y que por lo tanto no existe, invitando al tribunal a que encontrara en Alemania y en el resto del mundo algún científico que bajo juramento se presentara en el tribunal, y ante él, a demostrar la existencia del supuesto “Virus VIH”

Este ofrecimiento paralizó el juicio y en Agosto de 1996 se retiraron los cargos de 14 asesinatos y los cargos por 5800 intentos de asesinato.

El tribunal alemán no logró encontrar, ni en Alemania, ni en todo el mundo, a ningún científico que estuviera dispuesto a presentarse ante el tribunal y frente al Dr. Stefan Lanka a demostrar la existencia del “Virus VIH”. Finalmente, el 24 de Febrero del año 1997, el tribunal de Gottingen dictó la absolución total del médico Gunther Ekkart al no haberse podido demostrar la existencia del pretendido “Virus VIH”.

Desde entonces, el Doctor Stefan Lanka ha convocado a todo científico oficialista, a todo funcionario oficialista, a que demuestren ante un tribunal alemán, la existencia del pretendido virus VIH. Hasta el momento, ningún funcionario ni científico ha presentado prueba alguna ante un tribunal alemán, y sigue esperando que alguien presente evidencias sobre la existencia de este virus.

Esta censurada y ocultada sentencia marca un hito histórico porque por primera vez se reconoció legalmente que el pretendido “Virus VIH” JAMÁS ha sido aislado ni caracterizado y que por lo tanto NO EXISTE.

El criterio aplicado para afirmar la existencia de todo virus real, consiste en probar que ha sido correctamente aislado y caracterizado. Para esto, es obligatorio cumplir los siguientes cuatro requisitos:

Primer requisito: Presentar cuatro fotografías.

Fotografía 1: Del virus en el interior de células. Lo que es conocido como “virus infectando células”.

Fotografía 2: Del virus aislado. No debe observarse en la fotografía que no sea el o los virus. No debe observarse ningún orgánulo. Ninguna partícula intracelular. Ninguna microvesícula, ninguna partícula semejante al virus que pertenezca a la célula que lo contenía pues el virus debe ser separado.

Fotografía 3: De las diferentes proteínas de la envoltura del virus separadas según su tamaño.

Fotografía 4: Del ácido nucleico del virus.

Segundo requisito: Secuenciar y caracterizar las proteínas y el ácido nucleico.

Esto debe realizarse a fin de caracterizarlos adecuadamente y evitar confusiones con otras proteínas u otros ácidos nucleicos que tengan la misma longitud.

Tercer requisito: Realizar los ensayos de control. Deben realizarse los múltiples ensayos de control. Por ejemplo: Si las cuatro fotografías mencionadas se obtuvieron de tejidos infectados, del mismo tipo de tejido, pero no infectado, y actuando en paralelo, es decir, haciendo exactamente las mismas operaciones con los mismos productos, en las mismas concentraciones, las mismas temperaturas y los mismos tiempos, no debe observarse nada en las fotografías finales que coincida con lo observado en las cuatro fotos anteriores del virus. Cuarto requisito: Publicar en revistas científicas adecuadas, las condiciones técnicas exactas con las que se está trabajando y los resultados que se obtienen. Por ejemplo: Publicar en la Revista Virology las condiciones técnicas en las que se realizan los experimentos y que resultados se han obtenido, para que otros equipos científicos puedan realizar en otros laboratorios los mismos experimentos. Verificar que son correctos y constatar que alcanzan los mismos resultados.

En el caso del VIH o HIV, no se han cumplimentado en absoluto ninguno de estos cuatro requisitos.

La revista Continuum, que se especializa en SIDA, ofreció en el año 1996 un premio de 1000 euros para quien demostrase alguna evidencia científica que certifique, que realmente, el VIH fue aislado siguiendo las reglas de aislamiento de retrovirus discutidas en el Instituto Pasteur en 1973. El Grupo de Perth jamás concedió ese premio. En abril del año 2002, Alex Russel aumentó la apuesta ofreciendo un premio de 10.000 euros. Eleni Papadopulos del Grupo de Perth, afirma que en ningún momento en la investigación sobre “VIH-sida” siguió las reglas necesarias y suficientes para demostrar la existencia de un presunto nuevo retrovirus, acordadas por el Instituto Pasteur en 1973.

Cinco premios Nobel señalan que no es un virus el causante del SIDA

Kary Mullis, Premio Nobel de Química en 1993, indica que no existe evidencia cientifica que lo demuestre. Walter Gilbert, Premio Nobel de Química en 1980 señaló que dada la falta de evidencias y la desprolijidad de quienes afirman que el VIH existe, no se sorprendería si el SIDA no es causado por un virus. Barbara McClintock, que obtuvo el Nobel de Medicina en 1983, tampoco cree que el SIDA sea causado por el VIH. Por otra parte, Stanley B. Prusiner, quien descubrió los priones y Alfred G.Gilman, que determinó la actividad de la proteína g en las células, directamente acusan a Robert Gallo de inmoral. Haciendo referencia a los “aberrantes” métodos “no científicos” en la identificación del VIH como causante del SIDA. “El comportamiento de Gallo fue una temeridad intelectual y esencialmente inmoral“, dictaminó Alfred G. Gilman.

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